sábado, 21 de enero de 2012

MONTAR EL DRAGÓN

Edgar R. Espinoza S.


Al ser hechos a imagen y semejanza del creador, implica que la función de imaginar está en nosotros. De ahí que las primeras formas de comunicarnos surgen a través de los dibujos y representaciones de los objetos que nos rodean.
Todo legado para nuestro crecimiento espiritual nos ha sido otorgado a través de imágenes y símbolos. Debido a que estos tienen mucha información, nos permite concretar las ideas y comprender más allá de la mente consciente. Esto es suficientemente conocido por los maestros de la antigüedad, pero por razones egoístas fueron tergiversados por algunos iniciados para mantener el dominio y control de las personas.
Uno de estos símbolos milenarios que aparece en todas las religiones y mitologías, es el del Dragón. Figura con forma endemoniada que atormenta, destruye y aterra. Tiene forma híbrida. Su cabeza es como la de un tigre con cachos, su cuerpo el de una gran serpiente con escamas, sus patas son las del águila con filosas y largas garras. Puede volar, sumergirse en el agua y escupe fuego. Vive en lo más profundo de las cavernas y gusta guardar tesoros. Su aparición es atribuida simultáneamente con la creación del hombre.
De aquí nacen las incontables y legendarias historias de los famosos caballeros en armas que buscan al Dragón para enfrentarle y tomar sus tesoros o rescatar a la bella doncella secuestrada. Por eso el simbolismo alrededor del Dragón es esencialmente el de la lucha.
El combate entre el Dragón y un héroe tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos enfrentamientos el Dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián, pero que sin duda es el arquetipo de todos los temores del hombre y tiene finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte, o el nacimiento de un nuevo estado de consciencia en el ser humano.
Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del Dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea de Dragón que existe en el Oriente con la predominante en Occidente. Los Dragones en Asia son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.
Los astrólogos de la antigüedad observaron que en el área circumpolar de la bóveda celeste, había una formación de estrellas cuya forma semejaba a un Dragón y fue bautizada como la constelación Draco, que por estar en ese lugar, pareciera que abrazara a toda la bóveda. De allí que los Asiáticos representan al Dragón tomando una perla.
El año nuevo en China se simboliza con la figura de un animal, y cada año tiene un significado particular.
Este año 2012 corresponde al Dragón, quien comenzará a regir a partir del 23 de Enero y terminará el 09 de febrero de 2013.
Asociado a la tierra y al color amarillo, el Dragón, es la imagen del cambio y de cómo se mueven las energías cósmicas. También es, sobre todas las cosas, un genio de las aguas y de las lluvias fertilizantes, porque es el supremo regulador de las montañas, del cielo y de la tierra.
Puede según su voluntad, volverse visible o invisible. Escondido en el invierno, espera el momento para actuar y emerger en la primavera para anunciar el despertar de las fuerzas naturales.
El Dragón chino representa las cuatro virtudes fundamentales: la armonía, la belleza, la longevidad y la riqueza. El mayor pecado es su soberbia, que no es otra cosa que una gran prepotencia que despliega sin medir las consecuencias. Es majestuoso, sabio e inteligente y simboliza el poder benevolente y potente.
La simbología del Dragón representa nuestro egoísmo oculto en las grutas del subconsciente, que no es otra cosa que el querer poseer, y es este ego el que impide dar acceso a la perla de luz que brilla dentro de cada ser humano.
La verdadera batalla es esta, aprender a dominar a nuestro Dragón interior para acceder a la luz. Inclusive, hasta en la religión católica se nos indica al representar al Arcángel Miguel (la fuerza de espíritu), dominando al Dragón bajo sus pies.
Si aprendemos a montar sobre nuestro Dragón, este nos llevará, libres, a los confines del conocimiento universal (el gran tesoro), pero de lo contrario, se volverá contra nosotros arrestándonos con sus filosas garras e infligiendo penas y mucho dolor, hasta que nos veamos obligados a hacerle frente y convertirnos así en los héroes de nuestra propia batalla épica por la auto conquista.

espinoedgar@gmail.com

domingo, 1 de enero de 2012

ALMAS EN EL MÁS ALLÁ

Edgar R. Espinoza S.

Cuando un ser querido se va, sientes que has perdido a quien amabas entrañablemente, alguien que quizás era para ti todo el mundo y que por consiguiente ahora está vacío y ya no vale la pena. Sientes que te abandonó la alegría, que la existencia ahora será tristemente desesperanzada con un angustioso anhelo por mantener el contacto de una mano y el sonido de una voz que se extinguió.
En seguida viene a tu mente un sin fin de preguntas sin respuestas; ¿Cómo está?, ¿A dónde se fue?, ¿Con quién estará?, ¿Porqué a mí?, ¿Sufrió? Preguntas cuyas respuestas sólo las conseguirás dentro de ti con el tiempo y la esperanza de que ciertamente haya vida después de la vida.
El ser humano es un alma y esta tiene cuerpo. Lo que llamamos muerte no es sino el acto de despojarse de una vestidura y esto no implica el fin de la existencia, así como no implicaría el fin nuestro quitarse la ropa. Por lo tanto no has perdido a tu ser querido, solamente has perdido de vista el traje en el cual acostumbrabas verlo. Seguramente es a ese ser lo que tu amas y no su vestidura.
Por lo general cuando un alma desencarna, esta es asistida por otras de mayor evolución y vibración para que esta transición sea en paz, armonía y felicidad. Por muy violento o penoso que este cambio se dé, nunca ningún ser sufre, pues al momento de la muerte su conciencia sale del cuerpo y se coloca al lado dando perfecta sensación de que lo que le está pasando a ese cuerpo es ajeno a quién lo habitó.
Inmediatamente este espíritu comienza a recordar poco a poco toda su evolución y busca acercarse a sus seres queridos que sufren por su partida para intentar decirles que se sienten bien, feliz, con capacidad para ayudar, con soltura y libertad de movimiento de la que nunca antes había sentido.
Ningún alma queda en pena, sólo se queda cerca para ayudar de acuerdo a su proceso de evolución, pero tiene plena libertad según la ley de amor para ascender cuando quiera.
No es solamente a lo que llamamos muerte donde desechas  aquel sobretodo de materia densa. Cada noche al dormir te separas de él por un rato, viajando por el mundo en tu cuerpo espiritual invisible con respecto a este plano material, pero claramente tangible para aquellos amigos y seres queridos que usan sus cuerpos espirituales también; porque cada cuerpo ve únicamente aquello que está a su propio nivel. Tu cuerpo físico ve solamente otros cuerpos físicos, tu cuerpo espiritual ve sólo los cuerpos espirituales. Por lo general cuando despiertas en este mundo inferior, recuerdas vaga o intensamente lo que has vivenciado, a menos que estés  pasando por una experiencia reciente de partida de un ser querido y por protegerte emocionalmente bloqueas tu mente y no recuerdes tus contactos espirituales por un tiempo.
La muerte no es el fin de la vida, es el paso de una etapa de vida a otra. Para los que se quedan aquí es una invitación a elevar el estado de conciencia y hacerse  más sensibles a sentir y percibir estas almas que se encuentran en el plano sutil.
El paso al más allá lo que indica es tanto para el que lo hace como para el que se queda, el inicio de una nueva etapa más elevada en nuestras vidas. Es uno de los aprendizajes supremos de la existencia que la creación universal puede otorgar.
En el universo nada se pierde porque todo nos une. Todo lo que viene o se manifiesta en esta vida y la otra viene desde El Creador a través de ti. Por lo tanto el todo y la nada son en sí la misma esencia.
Siddhartha Gautama (Buda) dijo:
“Esta existencia nuestra es tan transitoria como las nubes del otoño. Observas el nacimiento y la muerte de los seres; es como mirar los movimientos de una danza.
Una vida es como un relámpago en el cielo que se desliza veloz como un torrente por la pendiente de una montaña.
Nos hemos detenido momentáneamente para encontrarnos unos a otros, para conocernos, amarnos y compartir. Este es un momento precioso, pero transitorio. Es mi pequeño paréntesis en la eternidad.
Si compartimos con cariño, alegría y amor, crearemos abundancia y felicidad para todos.
Y entonces, este momento habrá valido la pena.”
Es importante recordar ante la partida de un ser querido, lo siguiente:
-          La vida del ser humano es mucho más larga y mucho más grande de lo que imaginas.
-          Es natural la actitud de desconsuelo que se genera al principio de la partida, pero manteniendo la certidumbre que tanto tú como tus seres queridos en el más allá están unidos por el amor, desaparecerá el pesar; pues el amor perdura por encima de la muerte y los lazos creados no se disuelven en el proceso.
-          Que el Supremo Creador en su perfecta sabiduría, te permite evolucionar tras esta experiencia, para crecer en espíritu y conciencia.
-          Mantener la paz interior quién será el vehículo que te transportará al mundo espiritual cuando estés durmiendo y vivir intensamente tu contacto con los seres amados que están en el espíritu, hasta que te corresponda estar con ellos en la eternidad.
Cuando las mascotas se van:
Entendiendo que si el objetivo del espíritu humano es evolucionar a través de la creación, la función de las mascotas en nuestras vidas es cooperar incondicionalmente a que se cumpla esta meta en el hombre.
Si bien el espíritu de estos animalitos no discierne como el de los seres humanos, estos están, por la vía del instinto, mejor alineados con las energías sutiles.
Las mascotas eligen a sus dueños e inmediatamente se crea una armonía de interacción a nivel psíquico, brindando al alma humana compañía, afecto, entendimiento y comunicación. Todo esto sin condiciones, inclusive, si tuviese que dar su vida por el que ama.
Cada especie animal se identifica con una energía que el ser humano hará suya en su aprendizaje. Por ejemplo, los perros representan la lealtad y protección, los gatos al mentalismo y la flexibilidad, el caballo la fuerza y libertad, el morrocoy sabiduría y paciencia.
De aquí que en toda historia mítica, bíblica, épica, deportiva o bélica, la simbología animal ha sido y será ícono de identidad para el hombre.
Siempre que una mascota muere, es por otorgar su vida en sacrificio por la evolución de su amo y una vez que su espíritu se encuentra en el mas allá, continúa acompañándolo, pues el contacto psíquico no se pierde hasta encontrarse nuevamente. Estando fuera de su cuerpo físico, se comporta igual, acompañará a su dueño donde quiera que este vaya, lo protegerá con el mismo celo de siempre, inclusive le alertará de cualquier peligro ya sea espiritual(a través del sueño) o físico, induciendo en otros animalitos encarnados a actuar.
Por eso es que el que ha tenido mascotas y estas hayan cambiado de plano, verá como otras mascotas encarnadas se le acercan cariñosamente influenciándolo también a que obtenga otra, la cual verá con asombro como esta nueva mascota se comporta muy parecido a la que se fue.
De hecho una mascota en el más allá se hace en unidad con su amo y se convierte en el custodio de los portales etéricos de este, vigilando su espíritu para que por amor incondicional, el alma de quien en vida fue celante de sus necesidades elementales, evolucione y se cumpla así el designio de la creación.
La función última del reino animal en los hombres es que este aprenda a interactuarse con las energías de cada una de estas especies, ya sea a través de la alimentación o interacción afectiva. Es bueno precisar que cuando el ser humano se alimenta de carne animal, es este quién por amor incondicional ha dado su vida para que la del hombre continúe su existencia, reafirmando el mensaje bíblico: …..Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la Tierra y sobre todo animal que se desplaza sobre la Tierra”.

espinoedgar@gmail.com