Edgar R.
Espinoza S.
Desde que el ser humano
ha tomado conciencia de la existencia de una fuerza que todo lo rige, dándole
vida a todo, este ha buscado la mejor manera posible de comunicarse con este
poder para agradecerle y conseguir favores de protección, salud y prosperidad.
Al percatarse que la esencia de esta energía cohabita en el campo etéreo,
entiende que solo lo sutil puede acercarse a esta fuente como lo son los
aromas, el humo y los pensamientos.
Los sahumerios o
“sacrohumerio”, cuyo significado se traduce como humo sagrado, aportan no solo
la suave sustancia visible de gases producida por la combustión, si no que
también diferentes emanaciones aromáticas, que estimulan la psique del
individuo poniéndolo en sintonía con niveles que no son los cotidianos. Esta
condición pone sus pensamientos y plegarias en ascensión, tal y como dice el
Salmo 141:2 del Antiguo Testamento: “Suba mi oración delante de ti mi señor
como el incienso”.
Desde la antigüedad se
han usado diferentes fragancias para agradar a Dios, purificar ambientes,
alejar influencias negativas, y despertar variados estados de conciencia. Cada
individuo experimenta y se sintoniza de manera diferente con una particular
emanación aromática, la cual influirá también en el mundo sutil de la
divinidad.
El sentido del sahumerio
al ofrendar a Dios, es hacernos sentir también que nuestra petición se eleva
como la sutil esencia que estamos otorgando. Es aprender a ser nuestro propio
sacerdote y oficiante al darle canal a nuestras intenciones puras en procura de
agradecimiento y asistencia, tanto para nosotros como para nuestro entorno.
Con la práctica,
tomaremos conciencia que la fuerza divina que todo lo plena, se comunica a
través de esta elevada esencia, dándole forma y seña que solo el oferente podrá
entender. Este es un método elemental de comunicación con lo supremo que
funciona.
Perfume
y aroma:
El arte del sahumerio
implica también la difusión de olores agradables que las personas usan para la
reflexión tranquila y la paz mental. Por eso el nombre perfume proviene del
latín “per”, por y “fumare”, producir humo, haciendo referencia a la sustancia
aromática que desprendiendo un humo fragante al ser quemado, se usa para
sahumar.
Los modernos
practicantes lo utilizan para mejorar el ambiente de sus casas y oficinas, para
halagar a sus invitados, para celebrar ocasiones especiales, para relajar el
cuerpo y calmar la mente después de un duro día y para tranquilizar los nervios
antes de acostarse.
Tipos
de Quema:
Originalmente los
sahumerios se hacían a través de la quema indirecta, que consistía en colocar
el aromatizante directo a la brasa del carbón o sobre una placa metálica. Aún
este método lo conservan algunas religiones de muy antigua génesis. Esto se
hacía en un altar construido en madera bajo ciertas especificaciones, donde el
oficiante colocaba la esencia dando comienzo al ceremonial de intención.
Con la modernidad
aparecen los de quema directa, que son los que comúnmente vemos hechos de
pequeñas varas macizas, en forma de conos o espiral, inclusive el tabaco. Estos
son los que permitieron que se pudiera llevar los diferentes rituales a los
hogares u otros lugares donde el ser humano deseara sensibilizar con la fuerza
de lo espiritual.
Variedad
de aromas:
Cedro:
genera
al arder un perfume que estimula la creatividad mística o poética.
Pino:
Incentiva
la actividad laboral. Es excelente para los ambientes de trabajo.
Benjuí:
Otorga
ecuanimidad, sentido de justicia, alegría espiritual, vivencias astrales.
Incienso:
Purifica
ambientes de influencias negativas. Magnifica la voluntad.
Madera
de Oriente: Poder exorcisante. Armonía para la
meditación.
Mirra:
Estimula
la fuerza del Kundalini. Favorece el desarrollo del sexto sentido.
Opium:
Predispone
al relax profundo e introspección. Unión de parejas.
Patchouly:
Energía
del cuerpo y de la mente. Poder espiritual y afectivo.
Sándalo:
Armoniza
la mente, relaja el cuerpo y facilita la meditación.
Mandarina:
Condiciona
el ambiente a la calma y suavidad.
Lavanda:
Propicia
el descanso. Induce el sueño reparador.
Canela:
Estimula
los sentidos. Atrae la prosperidad
Eucalipto:
Purifica
el ambiente. Equilibra la unidad mente- cuerpo.
Como
hacer el ritual:
Una forma de hacer tu
casa u oficina más atractiva, es creando una atmósfera especial mediante el empleo
de música relajante y una suave fragancia en el ambiente. Los antiguos
babilonios cuando deseaban que un acuerdo de negocios se diera, procuraban el
mejor ambiente con flores, sonido y perfume.
De acuerdo a la
intención, escoges el tipo de esencia. Busca un lugar con ventilación moderada
que tenga iluminación natural, colócalo sobre una mesa o porta incienso de
madera (nunca en el piso). Antes de encenderlo, deberás lavar tus manos y
enjuagar la boca. Es recomendable colocarlo dos veces al día: en la mañana a
las nueve y en la tarde a las tres. Si tienes alguna ocasión especial, colócalo
media hora antes del evento. Luego de encendido será el momento de dar gracias,
manifestar las intenciones y pedir lo deseado.
Sólo para el ritual de
purificación de una vivienda o local de comercio, se tomará el sahumerio y se
llevará a cada rincón del lugar, haciendo movimientos circulares en sentido de
las agujas del reloj.
Debes hacerlo con la
plena convicción de fe, procurando que las intenciones sean para causas verdaderamente
nobles. Acuérdate siempre que el verdadero sahumerio está dentro de ti, y que tú
eres la elevación misma.
Virtudes
de los sahumerios:
-
Facilita la comunicación con lo
trascendental
-
Purifica cuerpo y mente
-
Alivia de pensamientos obsesivos y serena
el espíritu
-
Mantiene la mente alerta
-
Nos acompaña en la soledad
-
Su uso frecuente no hace daño
-
Trae paz en momentos de ajetreo y estrés
-
Su aroma se mantiene por mucho tiempo
espinoedgar@gmail.com