domingo, 1 de enero de 2012

ALMAS EN EL MÁS ALLÁ

Edgar R. Espinoza S.

Cuando un ser querido se va, sientes que has perdido a quien amabas entrañablemente, alguien que quizás era para ti todo el mundo y que por consiguiente ahora está vacío y ya no vale la pena. Sientes que te abandonó la alegría, que la existencia ahora será tristemente desesperanzada con un angustioso anhelo por mantener el contacto de una mano y el sonido de una voz que se extinguió.
En seguida viene a tu mente un sin fin de preguntas sin respuestas; ¿Cómo está?, ¿A dónde se fue?, ¿Con quién estará?, ¿Porqué a mí?, ¿Sufrió? Preguntas cuyas respuestas sólo las conseguirás dentro de ti con el tiempo y la esperanza de que ciertamente haya vida después de la vida.
El ser humano es un alma y esta tiene cuerpo. Lo que llamamos muerte no es sino el acto de despojarse de una vestidura y esto no implica el fin de la existencia, así como no implicaría el fin nuestro quitarse la ropa. Por lo tanto no has perdido a tu ser querido, solamente has perdido de vista el traje en el cual acostumbrabas verlo. Seguramente es a ese ser lo que tu amas y no su vestidura.
Por lo general cuando un alma desencarna, esta es asistida por otras de mayor evolución y vibración para que esta transición sea en paz, armonía y felicidad. Por muy violento o penoso que este cambio se dé, nunca ningún ser sufre, pues al momento de la muerte su conciencia sale del cuerpo y se coloca al lado dando perfecta sensación de que lo que le está pasando a ese cuerpo es ajeno a quién lo habitó.
Inmediatamente este espíritu comienza a recordar poco a poco toda su evolución y busca acercarse a sus seres queridos que sufren por su partida para intentar decirles que se sienten bien, feliz, con capacidad para ayudar, con soltura y libertad de movimiento de la que nunca antes había sentido.
Ningún alma queda en pena, sólo se queda cerca para ayudar de acuerdo a su proceso de evolución, pero tiene plena libertad según la ley de amor para ascender cuando quiera.
No es solamente a lo que llamamos muerte donde desechas  aquel sobretodo de materia densa. Cada noche al dormir te separas de él por un rato, viajando por el mundo en tu cuerpo espiritual invisible con respecto a este plano material, pero claramente tangible para aquellos amigos y seres queridos que usan sus cuerpos espirituales también; porque cada cuerpo ve únicamente aquello que está a su propio nivel. Tu cuerpo físico ve solamente otros cuerpos físicos, tu cuerpo espiritual ve sólo los cuerpos espirituales. Por lo general cuando despiertas en este mundo inferior, recuerdas vaga o intensamente lo que has vivenciado, a menos que estés  pasando por una experiencia reciente de partida de un ser querido y por protegerte emocionalmente bloqueas tu mente y no recuerdes tus contactos espirituales por un tiempo.
La muerte no es el fin de la vida, es el paso de una etapa de vida a otra. Para los que se quedan aquí es una invitación a elevar el estado de conciencia y hacerse  más sensibles a sentir y percibir estas almas que se encuentran en el plano sutil.
El paso al más allá lo que indica es tanto para el que lo hace como para el que se queda, el inicio de una nueva etapa más elevada en nuestras vidas. Es uno de los aprendizajes supremos de la existencia que la creación universal puede otorgar.
En el universo nada se pierde porque todo nos une. Todo lo que viene o se manifiesta en esta vida y la otra viene desde El Creador a través de ti. Por lo tanto el todo y la nada son en sí la misma esencia.
Siddhartha Gautama (Buda) dijo:
“Esta existencia nuestra es tan transitoria como las nubes del otoño. Observas el nacimiento y la muerte de los seres; es como mirar los movimientos de una danza.
Una vida es como un relámpago en el cielo que se desliza veloz como un torrente por la pendiente de una montaña.
Nos hemos detenido momentáneamente para encontrarnos unos a otros, para conocernos, amarnos y compartir. Este es un momento precioso, pero transitorio. Es mi pequeño paréntesis en la eternidad.
Si compartimos con cariño, alegría y amor, crearemos abundancia y felicidad para todos.
Y entonces, este momento habrá valido la pena.”
Es importante recordar ante la partida de un ser querido, lo siguiente:
-          La vida del ser humano es mucho más larga y mucho más grande de lo que imaginas.
-          Es natural la actitud de desconsuelo que se genera al principio de la partida, pero manteniendo la certidumbre que tanto tú como tus seres queridos en el más allá están unidos por el amor, desaparecerá el pesar; pues el amor perdura por encima de la muerte y los lazos creados no se disuelven en el proceso.
-          Que el Supremo Creador en su perfecta sabiduría, te permite evolucionar tras esta experiencia, para crecer en espíritu y conciencia.
-          Mantener la paz interior quién será el vehículo que te transportará al mundo espiritual cuando estés durmiendo y vivir intensamente tu contacto con los seres amados que están en el espíritu, hasta que te corresponda estar con ellos en la eternidad.
Cuando las mascotas se van:
Entendiendo que si el objetivo del espíritu humano es evolucionar a través de la creación, la función de las mascotas en nuestras vidas es cooperar incondicionalmente a que se cumpla esta meta en el hombre.
Si bien el espíritu de estos animalitos no discierne como el de los seres humanos, estos están, por la vía del instinto, mejor alineados con las energías sutiles.
Las mascotas eligen a sus dueños e inmediatamente se crea una armonía de interacción a nivel psíquico, brindando al alma humana compañía, afecto, entendimiento y comunicación. Todo esto sin condiciones, inclusive, si tuviese que dar su vida por el que ama.
Cada especie animal se identifica con una energía que el ser humano hará suya en su aprendizaje. Por ejemplo, los perros representan la lealtad y protección, los gatos al mentalismo y la flexibilidad, el caballo la fuerza y libertad, el morrocoy sabiduría y paciencia.
De aquí que en toda historia mítica, bíblica, épica, deportiva o bélica, la simbología animal ha sido y será ícono de identidad para el hombre.
Siempre que una mascota muere, es por otorgar su vida en sacrificio por la evolución de su amo y una vez que su espíritu se encuentra en el mas allá, continúa acompañándolo, pues el contacto psíquico no se pierde hasta encontrarse nuevamente. Estando fuera de su cuerpo físico, se comporta igual, acompañará a su dueño donde quiera que este vaya, lo protegerá con el mismo celo de siempre, inclusive le alertará de cualquier peligro ya sea espiritual(a través del sueño) o físico, induciendo en otros animalitos encarnados a actuar.
Por eso es que el que ha tenido mascotas y estas hayan cambiado de plano, verá como otras mascotas encarnadas se le acercan cariñosamente influenciándolo también a que obtenga otra, la cual verá con asombro como esta nueva mascota se comporta muy parecido a la que se fue.
De hecho una mascota en el más allá se hace en unidad con su amo y se convierte en el custodio de los portales etéricos de este, vigilando su espíritu para que por amor incondicional, el alma de quien en vida fue celante de sus necesidades elementales, evolucione y se cumpla así el designio de la creación.
La función última del reino animal en los hombres es que este aprenda a interactuarse con las energías de cada una de estas especies, ya sea a través de la alimentación o interacción afectiva. Es bueno precisar que cuando el ser humano se alimenta de carne animal, es este quién por amor incondicional ha dado su vida para que la del hombre continúe su existencia, reafirmando el mensaje bíblico: …..Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la Tierra y sobre todo animal que se desplaza sobre la Tierra”.

espinoedgar@gmail.com

6 comentarios:

  1. Me encanta el artículo. Gracias por abrir el blog y compartir tus conocimientos con todos. Un abrazo!

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  2. Edgar, recibe mis mejores deseos para ti y tu familia en este nuevo año que comienza.

    Gracias por permitirnos compartir tus conocimientos y lo hermoso de cada palabra que escribes, estoy segura que cada artículo que coloques nos harán crecer un poco mas como seres humanos y en especial este primer artículo, ciertamente es difícil perder a un ser amado. Definitivamente y solo con el tiempo logramos obtener esas respuestas y continuar con nuestras vidas pero cada día y cada momento sintiendo el amor que jamás y la fuerzas que nos dan para continuar nuestro camino.

    Una vez mas gracias por tus palabras.

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  3. Edgar.... Te Felicito por esta iniciativa que servirá de herramienta y guía para todos los que te seguimos, espero que Dios y la Virgen te sigan iluminando siempre !!!!
    Mil Gracias!!Un Abrazo!!

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  4. Edgar FELICIDADES por tu blog y por tu artículo. Me encantó. Seguiré este espacio, en mi opinión muy importante. Un fuerte abrazo!

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  5. Es bueno saber que hay gente con quien compartir estos temas. Excelente tratamiento, me gusta mucho el aspecto de las mascotas, de las que poco se dice. Felicidades por el blog y gracias por existir, Edgar. Un abrazo cósmico.

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